Vibe Coding y el mito del software instantáneo: por qué la IA no reemplaza la experiencia

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“Es el mejor momento para invertir en tecnología en mi empresa. Con la Inteligencia Artificial, seguro que es mucho más rápido y barato” o “Con vibe coding se puede crear un software en días”.

He escuchado estas ideas muchas veces en los últimos meses. Y lo más peligroso es que… están parcialmente en lo correcto. La inteligencia artificial es como un nuevo superpoder para muchas personas, pero como dijo el tío Ben antes de morir: “Todo gran poder requiere una gran responsabilidad”. Esta responsabilidad son los conocimientos necesarios para no depender de la herramienta, para que cuando el sistema falle a las 3:00 AM con un error crítico en producción puedas resolver el problema por tu cuenta, ya que un prompt no bastará.

El vibe coding es: “Un estilo de desarrollo ágil que enfatiza la velocidad y el flujo creativo para construir soluciones o prototipos funcionales muy rápidamente. Se apoya fuertemente en herramientas de Inteligencia Artificial (IA), como asistentes de código, y en la integración fluida de componentes y servicios, priorizando el impulso sobre la optimización del código inicial.”

La mayoría de las herramientas creadas con vibe coding generan una deuda silenciosa, ya que mucho de ese código no es escalable, son casi imposible de mantener y pueden tener muchas vulnerabilidades de seguridad en el código. Cuando creas con esta herramienta y no tienes conocimiento de arquitectura, infraestructura, base de datos, contenedores, pruebas del código, etc… ¡Estás destinado al fracaso!

“En la teoría, no hay diferencia entre la teoría y la práctica. En la práctica, sí la hay”.

Lo cierto es que con el vibe coding puedes crear un prototipo visualmente agradable y hasta funcional, una especie de MVP, versión 0 o mockup; pero para crear un producto destinado a producción te recomiendo tener los conocimientos en el área o contar con un equipo humano que los tenga. Todavía les falta mucho a las herramientas de IA para sustituir a los programadores.

Así que sí, es el mejor momento para invertir en software. Pero hagámoslo con inteligencia, combinando el poder de la IA con la experiencia y la visión estratégica que solo los humanos podemos aportar.

Construyamos software para el mundo real, no solo para la teoría o la demo.